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Revista WIRED habla sobre el ADN de las partículas usadas para rastrear flujos de fractura

KOC-1 drill site at Canakkale, Turkey (source: Transmark)
Francisco Rojas 23 Sep 2015

Una nueva investigación está estudiando el uso de partículas de ADN en trazadores utilizados para realizar seguimientos de los flujos de agua a través de fracturas entre los diferentes pozos perforados en yacimientos geotérmicos.

Wired Magazine cubre una historia de gran interés para la industria geotérmica aprovechando la Reunión Anual que esta del GRC y del GEA Expo que está teniendo lugar en Reno, EEUU.

Uno de los grandes retos de la industria geotérmica lleva bastante tiempo centrado en la creación de sistemas EGS (Enhanced Geothermal System). Estos tratan de crear reservorios artificiales mediante la inyección de agua al subsuelo donde hay roca caliente con el fin de generar vapor y electricidad. El artículo de Wired analiza los retos que tienen los sistemas EGS de una forma bastante exhaustiva. En particular, analiza el reto de no poder dar seguimiento a lo que está ocurriendo bajo tierra.

Una nueva investigación estudia el uso de fragmentos de ADN que al ser bombeados bajo tierra, ayudan a hacer el seguimiento del agua a la hora de crear embalses subterráneos. Esto podría ser de gran ayuda para averiguar los flujos entre un pozo de producción y un pozo de reinyección y para ver donde los “pozos iniciales han abierto fracturas, que extensión tienen. Esto ayuda a hacer un mapeado de el reservorio subterráneo mediante el seguimiento del flujo de agua”.

Actualmente, se utilizan “trazadores” utilizando productos químicos, elementos radioactivos y colorantes fluorescentes. Estos sufren de la posibilidad de crear reacciones químicas que distorsionan los resultados o simplemente que los trazadores se disuelvan y no se puedan estudiar con precisión.

Ahora, un grupo de investigación está estudiando la manera de asegurarse de que estas complicaciones no ocurran y parece ser que el sistema de “ADN” puede ser ser la solución, según el Prof. Roland Horne, un ingenieroen la Universidad de Stanford. “Usando etiquetas específicas de ADN, incluso si pierde alguna partícula, seríamos aun capaces de saber exactamente donde se inyectó y en qué momento.”

El artículo describe esta nueva tecnología al detalle y les invitamos a que la lean detenidamente. Siga el enlace a continuación.

Fuente: Wired