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Entrevista a la Asociación Geotérmica Mexicana, parte I

Vista aerea del campo geotérmico de cerro prieto
Abraham Ormad 24 Dec 2012

Piensa en Geotermia se ha puesto en contacto con Luis Carlos Gutiérrez Negrín, nuevo presidente de la Asociación Geotérmica Mexicana, para charlar sobre la actualidad del sector geotérmico en México y que nos dé su opinión sobre su nuevo cometido en la asociación. La entrevista se dividirá en 3 partes.

Piensa en Geotermia se ha puesto en contacto con Luis Carlos Gutiérrez Negrín para poder charlar sobre su cometido como nuevo presidente de la Asociación Geotérmica Mexicana y que nos dé su opinión sobre la actualidad geotérmica del país. Debido a que la entrevista contiene una gran cantidad de información muy interesante, hemos decidico dividirla en 3 partes.

Desde este medio venimos reportando con asiduidad de los avances que se están realizando en México en materia geotérmica y que nos gustaría resumir en 3 puntos;

  1. Creación en julio del 2011 del ClusterGeo cuya misión es, entre otras, impulsar proyectos de alto valor añadido, transferir conocimiento y participar en la generación de políticas públicas que contribuyan al desarrollo del sector geotérmico. Más información en este enlace.
  2. Aprobación de la “Ley General de Cambio Climático” donde se establece una reducción del 30% de las emisiones de efecto invernadero para 2020 y un 50% vista 2050 respecto a los niveles del año 2000. Más información en este enlace.
  3. Creación del “Centro Mexicano de Innovación en Energía Geotérmica” cuya misión es la  formación de recursos humanos y vincular al sector académico con la industria. Más información en este enlace.

Junto a todas estas medidas, la Asociación Geotérmica Mexicana difunde y promueve el uso de la geotermia en el país. A finales de septiembre celebró su XX Congreso Anual en Morelia donde entre otros actos (pueden acceder a este enlace para obtener más información) se eligió al nuevo consejo directivo que estará en funciones hasta el 2014.

Pregunta

México se sitúa como el cuarto país por detrás de Estados Unidos, Filipinas e Indonesia, en términos de potencia instalada. ¿Cómo considera las últimas medidas tomadas de cara a un mayor desarrollo de la energía geotérmica en México?, ¿le gustaría resaltar alguna en concreto?

México tiene una larga tradición en el aprovechamiento de la energía geotérmica. Se cree que desde un milenio antes de la conquista española muchos asentamientos, principalmente en la parte central del país, se desarrollaron gracias a que había manifestaciones termales en su cercanía. Un vestigio de ello es que muchas poblaciones del centro de México se llaman Atotonilco, vocablo derivado del náhuatl que significa ‘lugar de agua caliente’. Pero los primeros estudios para utilizar la energía geotérmica en la generación de electricidad ocurrieron hasta 1951, cuando el entonces Ingeniero Director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) presentó un estudio sobre la factibilidad de generar energía eléctrica. En 1955 se creó la Comisión de Energía Geotérmica (CEG), y poco tiempo después empezó la perforación del primer pozo geotérmico en México, en el campo de Pathé, ubicado en el estado de Hidalgo a unos 300 km al norte de la Ciudad de México. Ese pozo produjo vapor en enero de 1956 y este mismo año se expidieron las primeras disposiciones legales relativas a la geotermia, mediante las cuales se otorgaba preferencia a la CFE en la extracción de agua caliente y vapor para generar electricidad. Por cierto, el vocablo Pathé significa también lugar o sitio de agua caliente, pero en lengua otomí.

El 20 de noviembre de 1959 se inauguró en Pathé una planta turbogeneradora de 3.5 megawatts (MW) de capacidad, adquirida un año antes en Larderello, Italia. Esta fue la primera planta geotermoeléctrica en el continente americano, y estuvo funcionando parcialmente hasta 1973 cuando fue desmantelada. Actualmente se exhibe como pieza de museo en el campo geotérmico de Los Azufres, Michoacán.

En 1958 se realizaron los primeros reconocimientos geológicos en el campo de Cerro Prieto y entre 1964 y 1969 se perforaron alrededor de 20 pozos exploratorios y productores. Las dos primeras unidades, de 37.5 MW cada una, empezaron a operar en abril y octubre de 1973. Para 1971 la Comisión de Energía Geotérmica fue disuelta y su personal y equipos pasaron a la CFE, donde diez años después se creó la Gerencia de Proyectos Geotermoeléctricos, una gerencia nacional desconcentrada con sede en Morelia, que hasta la fecha es la encargada de todo lo relativo a la geotermia en México.

Actualmente la capacidad geotermoeléctrica instalada en México es de 958 MW, lo que como bien señalas ubica al país en cuarto lugar mundial. Hay cuatro campos en explotación, que son los de Cerro Prieto en el estado de Baja California, Los Azufres en el estado de Michoacán, Los Humeros en el de Puebla y Las Tres Vírgenes en Baja California Sur. Todos estos campos son operados por la CFE a través de su Gerencia de Proyectos Geotermoeléctricos, pero hay todavía un quinto campo identificado a la espera de ser desarrollado, que es el de Cerritos Colorados, ubicado casi en la periferia de la ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco. Las unidades que funcionan en los campos están integradas a las redes y circuitos de distribución de la CFE, son operadas por personal de la misma y son despachadas, como todas las demás, por el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) de esa institución.

Hay que decir que las cuatro unidades más antiguas del campo de Cerro Prieto, aunque no han sido desmanteladas, se encuentran actualmente fuera de operación, por lo que la capacidad geotermoeléctrica efectiva de México sería en realidad de 808 MW. Pero recientemente se puso en operación una planta de 25 MW en el campo de Los Humeros donde también hay otra de la misma capacidad prácticamente concluida, que se espera entrará en operación en el primer trimestre de 2013, y acaba de empezar la construcción de una nueva unidad de 50 MW en el campo de Los Azufres. Cabe agregar que esa planta de Los Humeros es la primera que entra en operación en el país desde hace nueve años.

La CFE ha continuado realizando estudios de factibilidad en algunas de las casi 50 zonas geotérmicas que ha identificado en más de 40 años de exploración en casi todo el territorio nacional. Pero también inversionistas privados han empezado por su cuenta trabajos de exploración y perforación con el objetivo final de instalar plantas para generar energía para cubrir su propia demanda, aprovechando justamente la reciente Ley de Cambio Climático que mencionas, de la un poco más antigua Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética (LAERFTE, aprobada en noviembre de 2008), de la propia Ley para el Servicio Público de Energía Eléctrica, y sobre todo de las disposiciones y regulaciones que se derivan de ellas.

Por lo tanto, el marco regulatorio que de una u otra forma se relaciona con la geotermia es bastante favorable para un mayor desarrollo futuro, particularmente en su variante geotermoeléctrica, tanto por parte de la inversión pública, a través de la CFE, como de la inversión privada. Se ha indicado, con razón, que un marco regulatorio específico para la energía geotérmica, por ejemplo mediante una ley geotérmica con base en concesiones, podría ser aún más favorable, pero me parece que la situación actual es sumamente alentadora.