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Universidad neozelandesa colabora con la NASA en la investigación de monitoreo geotérmico

La Estación Espacial Internacional vista desde el transbordador Discovery (fuente: NASA, dominio público, vía Wikimedia Commons)

La Universidad Massey de Nueva Zelanda lidera el trabajo de investigación con la NASA para monitorear los sistemas geotérmicos utilizando sensores y satélites que orbitan alrededor de la Tierra.

Un equipo de investigación de la Universidad Massey Te Kunenga ki Purehuroa (Nueva Zelanda) colabora con el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA y el Centro de Investigación Ames de la NASA (California, EE. UU.) en un proyecto que busca desarrollar sistemas geotérmicos de última generación para monitorear sistemas geotérmicos desde el espacio.

El proyecto “Monitoreo de las interacciones entre vegetación y geotermia desde plataformas espaciales y aéreas” recibirá poco más de un millón de dólares neozelandeses (NZD) de una nueva ronda de financiación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Tecnología de Nueva Zelanda. La Universidad Massey liderará el proyecto junto con sus socios, la Universidad Victoria de Wellington y el IIT Bombay (India). El proyecto está dirigido por el profesor asociado Gabor Kereszturi, de la Escuela de Agricultura y Medio Ambiente, quien también participa en Soluciones de Riesgo Volcánico, el principal centro de investigación de volcanes de la universidad.

El proyecto se centra en la combinación de imágenes térmicas (p. ej., temperatura superficial), imágenes hiperespectrales (análisis de la luz reflejada desde la superficie terrestre) y teledetección por radar (dispersión de señales de microondas desde la superficie terrestre) para evaluar la vegetación en torno a zonas geotérmicas, como las de Taupo, Rotorua y la Bahía de Plenty en la Isla Norte de Nueva Zelanda. Las plantas cercanas a los campos geotérmicos son muy sensibles a la actividad geotérmica, en particular al calor y a los metales tóxicos, que pueden observarse mediante equipos en órbita terrestre.

Piscina Champagne, Taupo, Nueva Zelanda (fuente: flickr/Kristina D.C. Hoeppner, creative commons)
Piscina Champagne, Taupo, Nueva Zelanda (fuente: flickr/Kristina D.C. Hoeppner, creative commons).

 

Vivimos en un mundo en constante cambio, donde las técnicas de teledetección ofrecen soluciones accesibles e innovadoras para monitorizar nuestro entorno y tomar decisiones más informadas. En esta emocionante colaboración con la NASA-JPL, nuestro proyecto aspira a implementar una nueva herramienta espacial no invasiva para cartografiar los sistemas geotérmicos de Nueva Zelanda y evaluar su estado a través de la actividad vegetal. Una mejor integración de los diferentes datos satelitales puede liberar el potencial para monitorizar no solo los campos geotérmicos, sino también los sistemas volcánicos y la contaminación ambiental, afirmó el Dr. Kereszturi.

Sensores en el espacio exterior para monitorizar los sistemas geotérmicos

El proyecto utilizará sensores y satélites que ya orbitan la Tierra. Los sensores ECOSTRESS y EMIT se encuentran a bordo de la Estación Espacial Internacional, mientras que Sentinel-1 es uno de los satélites insignia de la Agencia Espacial Europea. Todos ellos proporcionan mediciones frecuentes desde el espacio y están disponibles para el acceso de los investigadores.

El proyecto desarrollará las capacidades informáticas y de procesamiento necesarias para analizar datos para la exploración y el monitorizado geotérmico. Nueva Zelanda es el primer país en aplicar este método para el monitoreo geotérmico y, de demostrarse su eficacia, la técnica podría utilizarse para monitorear sistemas geotérmicos en todo el mundo, complementando los métodos geofísicos y geoquímicos existentes.

Esta innovadora forma de evaluar la salud de los sistemas geotérmicos abre la puerta a aplicaciones más amplias, como la evaluación del potencial de una región para la generación de calor o energía, la detección de contaminantes y el monitoreo de la agricultura primaria o los impactos de las inundaciones.

Un beneficio clave de este trabajo es la integración de las tecnologías de observación de la Tierra con los marcos científicos indígenas, lo que garantiza que el monitoreo geotérmico sea tecnológicamente avanzado y aporte valor adicional a la misión de Biología y Geología de Superficie de la NASA, a la vez que está profundamente arraigado en el pueblo maorí de Matauranga. Esta colaboración enriquecerá la misión de Biología y Geología de Superficie de la NASA y apoyará a los maoríes en su gestión ambiental.

“Nuestra experiencia en ciencias volcánicas y de la tierra es inigualable en Nueva Zelanda. Es una de las principales fortalezas de investigación de Massey, y este proyecto está orientado al futuro y demuestra la aplicación de la ciencia de alto nivel y diversas posibilidades para futuras aplicaciones”, comentó el profesor Ray Geor, vicerrector de la Facultad de Ciencias.

“El hecho de que seamos los primeros en el mundo en realizar esta investigación y colaborar con la NASA para ello es un gran logro no solo para el campo científico de la teledetección, sino también para las áreas que tradicionalmente investigamos, como la agricultura y las industrias primarias. Podremos aplicarlo a nuestras propias áreas geotérmicas, lo que demuestra la calidad de la investigación que realizamos en Massey”.

Fuente de referencia vía nuestra plataforma global ThinkGeoEnergy / Massey University of New Zealand