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Caso de estudio: Pesca con una bomba geotérmica atascada a 2067 metros de profundidad

Caso de estudio: Pesca de una bomba geotérmica atascada a 2067 metros de profundidad (Fuente de la foto insertada: Enedril)

Un estudio de caso realizado por Enedril muestra el valor del ingenio y la selección adecuada de herramientas para operaciones de pesca exitosas en pozos geotérmicos.

Cuando algo falla en las operaciones geotérmicas, las medidas correctivas deben implementarse de manera que no causen más daños a los activos operativos. En el caso de las intervenciones en pozos, una de las principales prioridades es garantizar que la integridad del pozo no se vea comprometida. Esto se demuestra en este estudio de caso de la empresa francesa de perforación Enedril, donde fue necesario extraer una bomba de fondo de pozo.

La energía geotérmica se perfila como una de las soluciones más prometedoras para la transición energética. Sin embargo, aprovechar el calor subterráneo requiere una infraestructura compleja y delicadas operaciones de mantenimiento.

Entre ellas, la extracción (la recuperación de equipos atascados en el fondo de un pozo) es una de las maniobras más desafiantes. Un caso reciente ilustra los obstáculos técnicos involucrados, así como las soluciones, a veces inesperadas, que garantizan la continuidad de la producción.

Durante la recuperación de una bomba sumergible instalada en un pozo geotérmico, casi todo el equipo quedó atascado a gran profundidad. Las hipótesis iniciales sugerían que la bomba estaba atascada en la unión entre las tuberías de 13-3/8” y 9-5/8”, o bloqueada dentro de la tubería de 9-5/8” debido a la presencia de cables de alimentación y tratamiento. El desafío era doble: localizar con precisión la bomba y definir una estrategia de pesca que no comprometiera la integridad del pozo, esencial para la explotación continua del recurso.

Se consideraron varios escenarios: la bomba podría haber caído al fondo y quedar en un pozo abierto, atascada en un corte de tubería a 254 m, o atascada por cables residuales. Estas incertidumbres complicaron la planificación y requirieron la previsión de múltiples estrategias técnicas.

Las opciones iban desde recuperar el cuerpo de la bomba con un pescante de gran diámetro, hasta recuperar el eje central con herramientas más pequeñas o pescar los cables con un arpón. Como último recurso, se consideró el fresado de la tubería o de la bomba, una solución costosa y arriesgada.

Los primeros intentos resultaron infructuosos. Ni los pescantes de 8-3/8” utilizados externamente ni las herramientas más pequeñas que apuntaban al pozo de la bomba lograron liberar el equipo. La principal dificultad residió en la profundidad de la intervención (más de 2000 metros) y la limitada capacidad de la plataforma, que impedía maniobras eficientes a esa profundidad. Ante estos contratiempos, los equipos comenzaron a considerar el fresado, considerado como último recurso.

Al final, la solución provino de un enfoque mucho más sencillo. Utilizando un pescante de tan solo 3-7/8” equipado con una pequeña pinza de 1-3/8”, los operadores lograron enganchar el pozo de la bomba, sujeto por dos anillos de retención. Contra todo pronóstico, la bomba se extrajo con éxito al día siguiente.

Más allá de la anécdota técnica, esta operación pone de relieve la importancia estratégica del mantenimiento en la energía geotérmica. Cada intervención exitosa contribuye a prolongar la vida útil de las instalaciones, asegurar la disponibilidad energética y garantizar la rentabilidad del proyecto. En un contexto donde se espera que el calor renovable desempeñe un papel central en la descarbonización, dominar estas operaciones es crucial. Este estudio de caso también sirve como recordatorio de que el éxito de la pesca depende tanto del ingenio de los equipos como de las herramientas a su disposición. La energía geotérmica, a menudo percibida como un recurso silencioso e invisible, esconde tras cada megavatio producido una riqueza de conocimientos especializados. Es precisamente esta combinación de solidez técnica y pragmatismo operativo lo que convierte a la energía geotérmica en una fuente de energía para el futuro.

La bomba geotérmica de fondo de pozo recuperada (fuente: Enedril)
La bomba geotérmica de fondo de pozo recuperada (fuente: Enedril).

Acerca de Enedril

Enedril, con sede en Lons, en el suroeste de Francia, refuerza su presencia internacional, centrándose en la perforación geotérmica, el almacenamiento subterráneo y la extracción de petróleo, gas y minerales. Con una clara ambición de expansión global, la empresa se mantiene firme en sus valores fundamentales: experiencia técnica, fiabilidad operativa y relaciones de confianza con socios de todo el mundo.

Fundada en 2013, Enedril se especializa en perforación direccional, operaciones de pesca e intervención de pozos, incluyendo reacondicionamiento y taponamiento y abandono (P&A). La empresa también diseña y fabrica una amplia gama de herramientas de fondo de pozo, ofreciendo soluciones a medida para proyectos de energía geotérmica, petróleo y gas, exploración minera y almacenamiento subterráneo.

Su trayectoria incluye más de 57.200 metros perforados, 32 pozos completados y más de 130 operaciones de pesca y P&A en 342 proyectos en Francia y en el extranjero. Con el respaldo de la certificación ISO 9001, Enedril mantiene rigurosos sistemas de calidad, procedimientos estandarizados y una cultura de mejora continua.

 

Fuente de referencia vía nuestra plataforma global ThinkGeoEnergy / Correspondencia por correo electrónico