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Por qué la geotermia sigue teniendo dificultades en América Latina

Popocatepetl, Mexico (source: flickr/ El mundo de Laura, creative commons)
Alexander Richter 17 Dec 2025

América Latina cuenta con un importante potencial geotérmico, pero su desarrollo sigue siendo limitado. Chris McCormick analiza por qué los fallos de política pública y la falta de alineación entre los actores clave continúan frenando los proyectos en la región.

En mayo de 2020, ThinkGeoEnergy publicó una entrevista con Chris McCormick que cuestionaba una de las suposiciones más extendidas en el sector geotérmico: que el amplio potencial de América Latina terminaría traduciéndose, con el tiempo, en un desarrollo a gran escala si se disponía de financiación suficiente y apoyo técnico adecuado.

Cinco años después, esa suposición parece cada vez más frágil.

A pesar de la participación sostenida de instituciones financieras de desarrollo, de reiterados diálogos sobre política pública y de múltiples mecanismos de apoyo a la exploración, la capacidad geotérmica en la mayoría de los países de la región apenas ha avanzado. Los nuevos proyectos greenfield siguen siendo escasos y la transición energética latinoamericana ha estado dominada, en cambio, por un rápido despliegue de la energía solar y eólica.

En este contexto, McCormick reabrió el debate con un mensaje durante GEOLAC 2024: Por qué la geotermia puede que nunca se expanda en América Latina. La presentación no buscaba ser complaciente, sino forzar una reflexión crítica dentro del sector.

Como parte del análisis continuo de ThinkGeoEnergy sobre el desarrollo geotérmico a nivel global, retomé la conversación con McCormick para revisar qué ha cambiado – y qué no – desde nuestro intercambio de 2020.

Una perspectiva desde la experiencia práctica

Alex: Cuando hablamos por última vez en 2020, ya estabas profundamente involucrado tanto en el desarrollo geotérmico privado como en iniciativas públicas de mitigación de riesgos. ¿Podrías resumir brevemente tu trayectoria para contextualizar?

Chris: Llegué a la geotermia a través de una inversión privada en Reykjavik Geothermal tras la crisis financiera de Islandia, lo que me llevó a trabajar directamente en estrategias de desarrollo en etapas tempranas en África Oriental, especialmente en Etiopía. En paralelo, participé en iniciativas geotérmicas en Oriente Medio centradas en el uso directo, así como en varias vías de desarrollo en México.

Al mismo tiempo, me incorporé al consorcio que diseñó e implementó el Geothermal Development Facility for Latin America, donde he ejercido como Director de Inversiones desde su inicio. Esa combinación de experiencia en desarrollo privado y en instrumentos públicos de mitigación de riesgos ha marcado mi forma de entender qué permite realmente que los proyectos avancen y qué los bloquea de manera recurrente.

“La geotermia debería avanzar, pero no lo hace”

Alex: Tu presentación en GEOLAC fue deliberadamente confrontacional. ¿Por qué optar por ese tono?

Chris: Porque las versiones más suaves no funcionaron.

La geotermia debería desarrollarse en América Latina. En muchos de los países cubiertos por el GDF es la opción de menor coste para nueva generación de energía firme en proyectos greenfield. Sin embargo, los resultados siguen siendo marginales.

La presentación buscaba señalar de forma sistemática un fracaso colectivo. No solo de los gobiernos, sino también de desarrolladores, financiadores, instituciones financieras de desarrollo y defensores del sector. Seguimos repitiendo las mismas conversaciones, utilizando las mismas herramientas y esperando un resultado distinto. Eso no es un problema de recursos; es un problema del sistema.

Primero la política, luego todo lo demás

Alex: En 2020 argumentabas que la falta de diferenciación regulatoria entre energía firme e intermitente era la principal barrera. ¿Sigue siendo esa tu conclusión principal?

Chris: Sí, y hoy con aún más claridad.

Los ministerios deben establecer mecanismos de política cuantitativos que reconozcan explícitamente el valor de la energía firme y despachable. Sin ello, la geotermia siempre perderá, al menos sobre el papel, frente a tecnologías con plazos de construcción más cortos y menor riesgo inicial.

Turquía es el ejemplo más claro en sentido contrario. El mercado allí no es perfecto y el desarrollo geotérmico ha enfrentado retos regulatorios, ambientales y sociales. Pero el país hizo algo fundamental: creó un marco regulatorio sólido y un sistema de tarifas reguladas que reconocía explícitamente a la geotermia como energía firme.

El resultado es medible. Turquía pasó de aproximadamente 100 MW de capacidad geotérmica instalada en 2010 a alrededor de 1.800 MW en la actualidad. Esto no ocurrió porque el recurso fuera mejor que el de América Latina, sino porque la política alineó los incentivos entre desarrolladores, capital propio y financiación bancaria. Por eso rechazo la idea de que la falta de avances en la región sea inevitable.

Si esta primera condición no se cumple, resolver los otros nueve problemas probablemente no tendrá un impacto material.

Las “verdades incómodas”

Alex: En tus diapositivas de GEOLAC 2024 incluyes una sección titulada “Verdades a finales de 2024”. ¿Cuáles son las más incómodas para el sector?

Chris: Hay varias.

Primero, la geotermia sigue siendo la forma de menor coste para nueva generación de energía firme en muchos países de América Latina. El GNL es en gran medida irrelevante en este contexto, salvo donde existe gas doméstico. La hidroelectricidad, por su parte, enfrenta restricciones ambientales y sociales cada vez mayores.

Segundo, considerando únicamente volcanes activos, existe al menos un potencial geotérmico de 20 GW en los países objetivo del GDF.

Tercero, la energía solar y eólica deben desplegarse tan rápido como lo permitan las redes. Pero las baterías no cambian la economía fundamental de la energía firme a gran escala. La energía firme sigue siendo necesaria.

Y, aun así, la geotermia continúa quedando al margen. Esa es la verdad incómoda.

Más allá del dinero: un bloqueo estructural

Alex: A menudo se te asocia con el concepto de fungibilidad del capital, pero algunos sostienen que el problema de fondo es la desalineación estructural. ¿Cómo lo ves hoy?

Chris: Es una aclaración justa.

La geotermia se sitúa entre cuatro grupos que siguen estando mal alineados: desarrolladores, gobiernos como otorgantes de licencias, inversores de capital y financiadores vía deuda. Cada grupo espera que los otros se muevan primero.

Los desarrolladores quieren certeza política antes de perforar. Los gobiernos buscan compromiso privado antes de modificar los marcos regulatorios. El capital propio exige permisos y certidumbre sobre el recurso. La deuda necesita contratos y flujos de ingresos estables.

Esto crea un problema permanente de “qué fue primero, el huevo o la gallina”. Hasta que exista una estructura que obligue a estos actores a interactuar en paralelo, y no de forma secuencial, la geotermia seguirá estancada, independientemente del volumen de subvenciones disponibles.

Distracciones tecnológicas y atajos falsos

Alex: También eres crítico con lo que llamas “objetos brillantes”. ¿Por qué?

Chris: Porque a menudo evitan el problema real.

Los sistemas geotérmicos avanzados, el hidrógeno y otras vías emergentes pueden tener sentido en contextos específicos. Pero en América Latina no abordan la ruta crítica. La física sigue importando. La perforación sigue siendo clave. La geotermia de alta entalpía sigue siendo la opción más directa.

Centrarse en tecnologías que prometen eliminar el riesgo sin afrontar los fallos de política e institucionales suele retrasar el progreso en lugar de acelerarlo.

¿Por qué adjuntar las diapositivas de GEOLAC?

Alex: Has insistido en que la presentación de GEOLAC 2024 se vincule directamente a esta entrevista. ¿Por qué es importante?

Chris: Porque las diapositivas muestran exactamente lo que se presentó a la comunidad. No están suavizadas para su publicación. Son una llamada de atención directa sobre los fallos del sistema.

Tú puedes ser el analista cuidadoso. Yo me siento cómodo siendo el “policía malo”. Pero el sector debería ver el argumento completo tal como se planteó.

La presentación realizada en GEOLAC 2024 puede descargarse aquí.

Aún con esperanza, pero sin paciencia

Alex: Después de todo esto, ¿sigues creyendo que la geotermia puede escalar en América Latina?

Chris: Quiero creer que sí. Pero la esperanza sin cambios estructurales no es una estrategia.

Si los países adoptan políticas que valoren la energía firme, si las instituciones financieras de desarrollo alinean incentivos en lugar de financiar compartimentos estancos, y si desarrolladores, capital y deuda se ven obligados a sentarse en la misma mesa desde fases tempranas, la geotermia puede avanzar. Si no, estaremos teniendo esta misma conversación dentro de cinco años.

Nota del editor

Esta entrevista da continuidad a la conversación iniciada por ThinkGeoEnergy en 2020 con Chris McCormick sobre las barreras regulatorias y de desarrollo de la geotermia en América Latina. En conjunto, ambas piezas forman parte de un análisis más amplio sobre por qué el progreso geotérmico sigue siendo limitado, a pesar de unos fundamentos de recursos sólidos y de un apoyo internacional sostenido.