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Testeo de corrosión en sistema de abatimiento de H2S en planta geotérmica en Islandia

Planta geotérmica Hellisheidi en Islandia, (fuente: ThinkGeoEnergy)
carlos Jorquera 9 May 2017

La regulación islandesa, ordena a las plantas geotérmicas a reducir las emisiones de ácido sulfhídrico de sus operaciones, para lo cual se utiliza una planta de abatimiento. Una nueva publicación está tratando el tema de corrosión en estos sistemas.

La energía geotérmica juega un rol importante en el suministro de energía en Islandia, y siendo esta una energía renovable y fuente verde de energía, el fluido geotérmico contiene algunos gases no-condensables.

Hay gases que no son fáciles de condensar con enfriamiento, y en estos se incluye el dióxido de carbono CO2, el ácido sulfhídrico H2S, el nitrógeno N2, metano CH4 y Argón AR. Estos gases se pueden considerar de efecto invernadero, corrosivos o tóxicos. La regulación en Islandia, define lineamientos estrictos en las concentraciones atmosféricas de H2S, y está en vigencia desde el año 2014. Esto ha forzado la industria geotérmica islandesa, a tomar acciones para reducir las emisiones de H2S al ambiente.

En un artículo de comportamiento de materiales, en Materials Performance, colaboración entre las universidades y las empresas de energía de Islandia, se indica que se está implementando un proyecto de abatimiento por inyección, de nombre CarbFix-SulFix, desarrollado en la planta geotérmica Hellisheidi y operado por ON Power (Reykjavik, Islandia), una subsidiaria de Reykjavik Energy.

La planta geotérmica Hellisheidi, es una de las más grandes plantas geotérmicas en el mundo, con una capacidad de producción de 303 MW de electricidad y 133 MW de energía térmica. Se ubica en una de las zonas geotérmicas más grandes de Islandia, la zona Hengill, que está ligada a tres sistemas volcánicos.

El proyecto captura las emisiones de CO2 y H2S de la planta Hellisheidi, en una planta de abatimiento de gas y los separa en un flujo de gases no condensables, utilizando un proceso de depuración, el que luego es reinyectado en agua en una zona de roca basáltica reactiva a una profundidad de 800 metros o más. Si estos gases no fueran capturados e inyectados, la planta Heelisheidi, emitiría cerca de 40,000 ton de CO2 y 12,000 ton de H2S.

Para evaluar la resistencia a la corrosión en la torre de absorción, la que está en contacto con altas concentraciones de H2S, el profesor asociado en el Departamento de INgeniería Industrial, Ingeniería Mecánica y Ciencias de Computación, en la Universidad de Islandia,  Sigrún Nanna Karlsdóttir, y sus colegas de la Universidad de Islandia y del Centro de Innovación de Islandia, condujeron un estudio del comportamiento de la corrosión de la unidad UNS S31603, mientras se exponía al proceso de limpieza de H2S en la torre de absorción.

Más información del estudio se encuentra en el paper  CORROSION 2016, “Corrosion Testing in H2S Abatement System at Hellisheidi Geothermal Power Plant in Iceland,” por S.N. Karlsdóttir, S.M. Hjaltason, y K.R. Ragnarsdottir.

Fuente: Materials Performance  // ThinkGeoEnergy